Se marchará hoy

Publicado el 11 de abril, 2018

Recostada, en cama, pensaba en lo que le esperaba este día, su último día con él. Ella se marchará hoy y no hay nada que Luis pueda hacer para evitarlo.

Era temprano y el sol, aún tímido, se escabullía por la ventana para acariciar la piel de sus manos. El cálido toque le recordó de la primera vez que se abrazaron, hace ya tantos años. Ambos, perplejos por la nueva vida frente a ellos.

Al recordar esto, brilló una sonrisa tenue en la esquina de su boca y ella trató de apresarla en su corazón por temor a que fuera la última sonrisa que él le brindaría. Y si acaso no podía apresarla para llevársela consigo, deseaba entonces poder enterrarla en la frente de Luis con un último beso, para grabarle en la memoria cuánto lo amó durante todo el tiempo que la vida, juntos, les dio.

Y es que hace tiempo, Luis soltó sus brazos para explorar el mundo entero en busca de libertad. Dejó de llevarle risas y sonrisas a diario para enviarle preocupaciones y tristezas. Dejó de darle los besos de buenos días y los besos de buenas noches. Se había olvidado de ella.

Pero la vida, de la mano con el tiempo, lo regresó a ella y ella lo recibió con las puertas y brazos abiertos, y con todo el perdón que cabía en su ahora cansado corazón. Porque aunque para él, ella ya no era la razón de su vida, para ella lo siguió siendo… hasta hoy.

Porque ella se marchará hoy y no hay nada que su hijo, Luis, pueda hacer para evitarlo.

Tags: Partida, Muerte, Madre

© Roberto Martínez, 2018