Combustión espontánea

Publicado el 20 de junio, 2010

Es una sacudida que llega desde adentro.
No sabés por qué; solamente llega.
Corta como un suspiro, fuerte como un ciclón.
Es una combustión espontánea
que rige tu ser, una vez forjada.

Preparate ya porque no podés pararla.
Todo se detiene y luego te hacés el eje de sus giros.
No lo podés parar; y aunque quisieras, ¿para qué intentar?
Todo está mudo; sólo escuchás tu propio latido
tan rápido y fuerte como una enorme locomotora.

Calma ya, te acosa desde afuera.
Tu respiración está al fin de vuelta.
Arrepentimiento es tu penitencia.
Libertad...

No culpés a nadie; no hay que ir tan lejos.
Ni mirés atrás; frente a vos se acerca.

Expulsalo todo, no dejés nada adentro.
Tenés que liberarte en un enorme grito mudo.
Quedate sin aliento, sin voz y sin fuerza alguna.
Aprovechá este momento que no regresará tan fácilmente

Tags: Enojo, Euforia, Ira, Lírica, Prosa

© Roberto Martínez, 2010